Colección viva de robles del Jardín Botánico de Santa Bárbara

¿Ha apreciado alguna vez la sombra de un imponente roble en un día caluroso? ¿O ha disfrutado viendo el destello de blanco, negro y rojo de un ajetreado pájaro carpintero de bellota almacenando comida para el invierno?
Los robles son una parte icónica de los paisajes de toda California.

En cualquier lugar de California encontrará robles: desde los impresionantes bosques de roble azul(Quercus douglasii) en las estribaciones de Sierra Nevada, hasta los robles de Tucker(Quercus john-tuckeri) que se asoman al desierto de Mojave, o los sombreados bosquecillos de robles vivos de la costa(Quercus agrifolia) aquí mismo, en Mission Canyon. Hay unas 50 especies de roble autóctonas de California, que se encuentran en casi todos los tipos de hábitat. Alrededor de una quinta parte de ellas son raras y están amenazadas, generalmente debido a la pérdida de hábitat o a patógenos introducidos por el hombre, como la muerte súbita del roble(Phytophthora). Su desaparición del paisaje es muy sentida, tanto por los humanos como por la fauna.
Como reflejo de su condición de especie clave, los robles son una parte fundamental de la Colección Viva del Jardín Botánico de Santa Bárbara. Los árboles del Jardín cumplen una doble función: además de apoyar a la fauna y a los seres humanos, los árboles de nuestra colección son también una importante herramienta de conservación. Las bellotas son semillas grandes con un alto contenido en grasa. Este tipo de semillas son denominadas por los investigadores como "recalcitrantes", ya que estas propiedades hacen que sean difíciles de almacenar en un banco de semillas. Por este motivo, los robles deben conservarse en la naturaleza o en las colecciones vivas de los jardines botánicos. Botanic Gardens Conservation International (BGCI) ha creado redes de jardines de todo el mundo para ayudar a abordar las necesidades de conservación de los robles, y nuestros robles aquí en el Jardín Botánico de Santa Bárbara forman parte de esa red.
Nuestra colección viva de robles es una maravilla. En nuestra colección tenemos 27 especies, de las cuales 6 se consideran raras o amenazadas. A continuación, un breve recorrido virtual por algunos de los robles especiales que dan tanta vida a nuestro Jardín.
El roble campeón, un roble de la isla(Quercus tomentella)

Los robles isleños sólo se encuentran en las Islas del Canal frente a nuestra costa, aunque las pruebas fósiles sugieren que estos árboles estuvieron en su día ampliamente distribuidos en el continente. Estos raros árboles suelen hibridarse con el roble común del cañón(Quercus chrysolepis), por lo que la conservación de la diversidad genética de los robles isleños es extremadamente importante. Uno de nuestros ejemplares es supuestamente el mayor roble insular cultivado: se cultivó a partir de bellotas recogidas en la isla de Santa Cruz y se plantó en 1966.
Roble de Engelmann(Quercus engelmannii) de la Reserva de Roble Ryan

Los robles de Engelmann son nativos del suroeste de California y de Baja California (México). El valle de San Gabriel albergaba antaño grandes poblaciones de esta especie, pero la expansión suburbana destruyó muchas de ellas. Frances Beven Ryan creció a principios delsiglo XX y fue testigo de esta pérdida en los alrededores del rancho de su familia, pero esto la inspiró a actuar. Convirtió su rancho familiar en una reserva dedicada a las plantas autóctonas que tanto le gustaban, incluidos los robles Engelmann. Nuestro ejemplar procede de bellotas recogidas en su reserva en la década de 1970, que ahora es un parque público con muchos de los árboles que ella plantó y que aún prosperan.
Habitantes del cañón: roble de la costa(Quercus agrifolia) y roble de Nuttall(Quercus dumosa)

Muchos de los robles vivos costeros(Quercus agrifolia) más grandes del jardín son probablemente plantas espontáneas de la población nativa del Cañón de la Misión. Estos altísimos árboles rebosan de vida, desde pájaros carpinteros y ardillas hasta avispas y orugas. Es posible que este año hayas notado que hay muchas más bellotas de roble costero de lo habitual rodando por los caminos del jardín. Esta producción excesiva de bellotas se llama "masting" y es una estrategia que utilizan los robles para asegurarse de que algunas de sus semillas lleguen a la siguiente generación. Cuando las condiciones son adecuadas, todos los robles producen simultáneamente bellotas adicionales, lo que abruma a los animales que se las comen. Los pájaros y las ardillas simplemente no pueden seguir el ritmo y tienen que almacenar algunas para más tarde, sembrando así las semillas del siguiente poderoso roble.

Nuestro jardín también alberga una robusta población silvestre de roble de matorral de Nuttall(Quercus dumosa). Al igual que muchas especies de chaparral, este roble está amenazado en estado salvaje por el desarrollo. Los espacios silvestres del Jardín contribuyen a preservar las arboledas de este árbol tan especial y raro.
Hay muchas más especies de robles que descubrir en los lugares salvajes de toda California y aquí en el Jardín Botánico de Santa Bárbara. Ahora mismo es el momento perfecto para convertirse en un aficionado a los robles, ya que muchos de ellos están produciendo bellotas, así que no olvides mirar hacia arriba.
Para explorar más robles en el Jardín, visite nuestro mapa interactivo.